Como habrás comprendido, las estaciones traen mil y un cambios, incluso en cuanto a tendencias de ropa. El problema es que en el mundo de la moda esta renovación es casi constante. Esto es lo que llamamos “moda rápida” (porque somos bilingües).
Y como probablemente sospechas, la moda rápida tiene repercusiones en el medio ambiente. Según el Fundación Ellen MacArthur, la inmensa huella de la industria se extiende más allá del uso de materias primas. En 2015, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de la producción textil alcanzaron 1.200 millones de toneladas de CO2 equivalente, que son 21 más que los de todos los vuelos internacionales y la navegación marítima juntos. Además, se estima que 22 millones de toneladas de microfibras se agregarán a nuestros océanos entre 2015 y 2050 debido a esta industria.
Podríamos crear un movimiento contra esta industria, pero cuando más de 800 mil millones de dólares en ingresos están en juego, es difícil lograr que las empresas y nuestros gobiernos actúen para cuidar nuestro planeta.
Soluciones a la moda rápida
Pero no te preocupes, ¡no todo son malas noticias! Es una tarea difícil, pero no imposible, sobre todo gracias a la responsabilidad extendida del productor (REPS). Se ha introducido con éxito en Francia desde 2007.
En pocas palabras, las empresas están obligadas a Establecer un sistema de reciclaje y gestión de residuos. por las prendas que ponen en el mercado, o pagar una contribución a una organización que apoyará financieramente a terceros especializados en su procesamiento y valorización. Pero también nos damos cuenta de que no podemos dejar todo en manos de los gobiernos y las corporaciones cuando se trata del cuidado del medio ambiente. ¡Todo comienza con nuestras pequeñas acciones!
A menos que estés en la playa de Bossa en Ibiza y caminando desnudo. Pero ésta no es una solución viable. Por tanto, podemos optar por un modo de consumo más respetuoso con el medio ambiente, como invertir en ropa de calidad, que sabemos que durará, producida por empresas concienciadas con las cuestiones medioambientales, sin olvidar el bienestar de sus trabajadores. Estas empresas forman parte de lo que llamamos “slow fashion” (siempre bilingüe).
moda lenta
La moda slow es la forma de pensar, fabricar y consumir moda de forma consciente e intencionada, promoviendo el cuidado en los procesos productivos, buscando asegurar la calidad de cada producto creado para que sea duradero y sostenible en el tiempo. Propone una desaceleración, en relación con los excesos de producción y consumo instalados por la moda rápida, los que llevaron a que la industria de la moda fuera el segundo más contaminante del planeta.
¿Quieres conocer las marcas que forman parte? Puedes encontrarlos en Slow We Are, la marca de moda slow ! ¡Le Slip Français, N'GO Shoes y Laines Paysannes son algunas de las marcas etiquetadas! ¡Con estas marcas, el fast fashion ya no está de temporada (y no es mala idea)!
Y si además de vestir responsablemente, buscas organizar unas vacaciones ecológicas, puedes leer nuestro artículo sobre ecoetiquetas.
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